Acceder a la Educación Superior supone para los más jóvenes una conquista y un hito en su vida. La universidad y los ciclos formativos de grado superior suponen una vía para impulsar su vocación y conseguir sus sueños y, especialmente, para mejorar su empleabilidad y esa autonomía que tanto ansían cuando son muy jóvenes a través de la formación superior. En algunas ocasiones, el contexto regulatorio, la oferta universitaria y otros factores inciden para que este paso se convierta en una carrera de obstáculos. ¿Qué retos existen? ¿Cuáles son algunas de las estrategias que deberían provocar un cambio en esta situación? La desvinculación que puede existir entre el mundo educativo y el mundo universitario supone un gap que exige una reflexión estratégica y no trasladar, en ocasiones, la adaptación al estudiante. En los últimos 20 años hemos vivido una transformación educativa posicionando las metodologías activas como metodologías innovadoras relevantes para alcanzar mejores resultados en el proceso de enseñanza-aprendizaje, este acercamiento incide en una política que ha conseguido incorporar estas iniciativas a través de Bolonia a ambas aulas. En los últimos 2 años ha llegado la trasformación digital que ha acelerado la modernización de un sector que estaba lejos de ello. Durante estas décadas, los institutos y colegios se han acercado mucho a las Universidades para dar respuestas a sus estudiantes. Sin embargo, la responsabilidad de crear estos puentes debe ser asumida por todos los agentes implicados. En esta sesión desvelamos las principales oportunidades que existen para crear un sistema educativo más integrado.